Cristianos cofrades para Cofradías cristianas.
“Glorificad a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia, para que, cuando os calumnien, queden en ridículo los que atentan contra vuestra buena conducta en Cristo.” (1Pe. 3, 15 – 16)
El Apóstol Pedro dirige esta exhortación en su primera carta a todos los cristianos, sea cual sea el tiempo en el que vivan. Quizás, en el momento histórico que nos ha tocado vivir, la pregunta que muchos alejados nos hacen a los miembros de la Iglesia no es “dime, ¿en qué Dios crees?” sino “¿por qué crees en Jesús?”. Es urgente y apremiante, como nos dice el Papa Francisco, que sepamos comunicar a los demás, la alegría del Evangelio, con palabras, pero, sobre todo, con el testimonio de una vida coherente. Sólo desde la experiencia del encuentro personal con Jesucristo vivo, en el compartir con una comunidad de hermanos y mediante el estudio serio de la fe cristiana que nos impulsa a vivir en conversión permanente, podremos dar razón de nuestra esperanza a todo el que nos la pida.
Por ello te invito a ti, como miembro de alguna de nuestras Cofradías, Hermandades y Esclavitudes, a cuidar la dimensión formativa de tu ser cristiano, que junto a la del culto religioso y a la del ejercicio activo de la caridad, forman las tres columnas que sostienen a estas asociaciones públicas de fieles.
El área de formación de este comité de la Junta de Hermandades y Cofradías, nos brinda espacios, charlas – coloquio, jornadas de reflexión…, para conocer, profundizar y compartir tantos aspectos importantes de la vida cristiana, desde una óptica cofrade, haciendo camino juntos, tratando de ser más y mejor, aquí y ahora, aquello que Cristo quiso de todos sus discípulos: sal de la tierra y luz del mundo.
Aprovechemos bien estos momentos de encuentro, los cuales son una oportunidad para crecer en el conocimiento y afecto mutuo, consolidando vínculos cofrades entre nosotros, al mismo tiempo que aumentamos el saber de nuestra fe desde el corazón. Así seremos mejores cristianos cofrades que garantizan el que nuestras cofradías sigan siendo cristianas y nunca una especie de ONGs piadosas…
Vivimos un tiempo complicado, pero al mismo tiempo apasionante, en el que como cofrades y en medio del acontecer cotidiano de nuestra sociedad, escuchamos la palabra apremiante del Maestro: «Remad mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca» (Lc. 5, 4). Preparémonos bien para echar las redes en su nombre, para realizar con ilusión la misión que se nos confía, junto a tantos hombres y mujeres comprometidos a lo largo de los siglos: ser testigos de Cristo crucificado, vivo y resucitado, única salvación del ser humano y esperanza del mundo nuevo.
D. Norberto Carlos Hernández Delgado
Delegado Episcopal para la JHC